Trabajo con artistas desde hace varios años coordinando talleres de producción y clínica de arte (individual y grupal) a través de encuentros presenciales o virtuales. Acompaño al/los artista/s desde mi experiencia en la reflexión sobre los modos en que su producción articula con representaciones o símbolos, volviendo consiente ciertas repeticiones cliché que aparecen en la producción. La obra habla por sí sola y es en esa escucha en la que reparamos, dejando que en el silencio, elemento importante en los encuentros, aparezca el vacío y de ese modo la imaginación enriquezca y amplíe el mundo singular en el que la producción circula.
CLINICA DE PROYECTOS
La clínica de proyecto tiene un inicio y un fin diferente al de la clínica de arte, en este caso, cuando los artistas que transitan la clínica grupal deciden o son convocados a realizar una muestra, surge la necesidad de trabajar con una finalidad: la muestra en un espacio expositivo. En este caso interviene no solo el seguimiento sobre la producción en la que trabajamos periódicamente, sino el recorte que haremos de esa producción para ese sitio específico donde se exhibirá. Trabajamos sobre el modo en que la producción opera dentro del sitio. Curar es cuidar un proceso, hacer que aparezca de un modo en el que, las relaciones entre el artista, su producción, el espacio expositivo y el público, puedan generar una sinergia de ida y vuelta, interpelar, o simplemente invitar a la contemplación meditativa. Puede o no haber una narrativa pero el éxito de la muestra no se medirá en aplausos sino en puntos imperceptibles que no podremos definir con certeza y que harán del recorrido una experiencia diferente, un acontecimiento.
TALLER
El trabajo de taller es semanal y los grupos son de hasta cinco personas. Hay dos maneras de trabajar en el taller, desde la técnica o desde el contenido. En mi caso considero que la técnica puede tenerse o no pero no es excluyente para expresar a través de las artes visuales la búsqueda personal, entiendo que el contenido tampoco lo resuelve todo. Trabajamos en ese “entre” para que el artista no quede amarrado solo a la técnica o a su propio discurso, sino que pueda fisurar esos sitios para dejar entrar lo nuevo e inesperado, el acontecimiento que tanto enriquece la producción.